martes, 1 de marzo de 2016

Práctica nº 1: Taller Didáctico.

“APRENDIENDO TEORÍA CON DIVERSIÓN”


La clase de hoy, de habilidades de comunicación en el trabajo social, ha consistido en un taller dinámico que nos ha impartido Chusico; que se dedica principalmente a la fotografía, interpretación (teatro improvisado)...

En esta actividad hemos interactuado entre nosotros, a  la vez que ha sido una introspección personal. Donde hemos aprendido que todos nosotros somos personas comunicativas y que comunicar no sólo es el hecho de hablar, sino que también engloba nuestra expresión corporal y la paralingüística.
El primer ejercicio que hemos realizado, ha consistido en responder a tres preguntas sobre la comunicación, que son:

  • ¿Eres comunicativo?
  • ¿Cuánto comunicativo soy?
  • ¿Qué es lo que me impide ser más comunicativo?

Excepto una compañera, todos hemos respondido que somos comunicativos, la cual ha sido debatido por el exponente, afirmando que todo el mundo comunicamos aunque pensemos que no, puesto que no solo el lenguaje nos trasmite información.
Nos ha hecho una exposición, a través de juegos participativos, en el cual hemos participado todo el grupo. A través de las diferentes actividades que hemos realizado hemos aprendido lo que es la teoría de la creatividad, en la que recalca que a través de la técnica, la constancia, la pasión, tu elemento y perder el miedo a arriesgarse, son herramientas que nos ayudan a adquirir habilidades fundamentales para  expresarnos en público, sin miedo a equivocarse fuerte, a hacer el ridículo, a no pensar, a no saber expresarse, a perder la vergüenza, es decir, al fracaso.

Los juegos que hemos practicado en el aula, consistían en caminar sin rozarnos y sin hablar, el objetivo era comunicar con la mirada. En un determinado momento, el monitor de la actividad nos decía que nos quedásemos  quietos y cerrásemos los ojos y nos preguntaba cosas como: donde estaba situado nuestro profesor Juan David, cuando sillas había alrededor de la mesa del profesor, cuantos extintores hay en el aula y el color que tenían sus gafas. Todos hemos contestado que son azules, pero uno de nuestros compañeros aparte de decir el color de las gafas, ha dicho que no tienen patillas, entonces ha tenido éxito, ya que ha conservado su individualidad y ha sido original. Aquí se ve que ha perdido el miedo a arriesgarse, complementando la pregunta y dando más juego al taller.

Entre medio, surgió un comentario de otra compañera, donde el coordinador de la actividad nos explicó que a través del aplauso y del abucheo, es importante como medida de expresión en la cual ejercemos el derecho de nuestro lado como de nuestra desaprobación.

Otra demostración ha consistido en hacer una rueda de respuestas, contestando siempre con una pregunta. En la cual no nos hemos sabido manejar muy bien, ya que la clave consistía en no pensar.

La última dinámica importante ha sido, cuando dos de nuestros compañeros se han ofrecido como voluntarios para leer la misma canción. Mientras uno de ellos ha leído textualmente la letra de la canción sin salirse del contexto, el otro ha improvisado tarareando la letra y al no sabérsela, animando al resto de la clase para contarla todos juntos. Al mismo tiempo que ha arriesgado, ha utilizado la creatividad con la cual los alumnos al salirse de la norma, ha gustado más y todos le hemos seguido y aplaudido.
Una cosa que nos ha sorprendido es la explicación acerca del miedo, ya que nos a abierto bastante los ojos. El miedo no es malo, incluso nos protege en determinadas situaciones. Aunque en otras situaciones puede bloquearnos, con lo cual hay que saber gestionarlo óptimamente para poder evitarlo.

Nuestra sensación, ha sido que se trataba más de un juego que de una clase teórica, donde hemos recibido infinidad de mensajes y lecciones de como actuar y manejar las habilidades de comunicación, ya que al ser tan divertida lo hemos muuuy bien.

A veces intentamos engañarnos a nosotros mismos diciendo que sí, cuando realmente es no, pero nuestros gestos y la forma en la cual nos expresamos no delatan. Uno de los pasos para una buena comunicación es saber aceptar nuestros errores. Otros de los pasos son: el fallo y divertirse, por ejemplo, cuando nos equivocamos pero aceptamos el error con humor y hasta nos parece divertido.

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